lunes, 27 de octubre de 2008

Experiencia Mastercard

8 años de espera hasta que AC/DC ha vuelto a Madrid para tocar en concierto: increíble.

8 años hasta que AC/DC han sacado nuevo disco: insuperable.

4 horas haciendo cola en el Corte Inglés para conseguir entrada para el concierto de Madrid: infumable.

La sensación de haberte quedado sin entrada: una grandísima putada.

Y todavía sigo sin explicármelo, quién ha conseguido todas las entradas del concierto, porque se supone que limitaban la compra de entradas a dos por persona. Me puse en la cola del Corte Inglés a las 10 de la mañana y delante de mí había un máximo de 40 personas (o el equivalente de 80 entradas). El caso es que pasaba el tiempo y eso no se movía ni un centímetro. Incluso a las 10:20 (las entradas salían a la venta a las 10), se decía que no había entradas. De repente, se oyen aplausos y júbilo en la cola. Salían entradas. Pero con cuentagotas. De hecho, algún afortunado que las consiguió contaba, que en el ordenador decía que estaba todo vendido y que, de vez en cuando, aparecían a la venta 20 entradas, 40 entradas, 12 entradas… Y entonces se metían y cogían. Así que la espera prometía ser larga. Tan larga que, tras 4 horas de espera, y sólo haber conseguido entrada un máximo de 20 personas (lo juro por Snoopy), nos dicen los vigilantes del Corte Inglés que se ha confirmado que las entradas están AGOTADAS.

Y yo me pregunto. Había gente en la cola que, al tiempo que esperaban, estaban llamando por teléfono al servicio de venta de entradas con 2 teléfonos móviles (sigo jurando por Snoopy que llamaban a dos bandas)… El caso es que decían que no conseguían contactar. Mi novia y un amigo intentaban conectarse a la página de servicaixa para comprar las entradas… Todo bloqueado. Los cajeros de servicaixa tampoco daban el servicio… Entonces, ¿quién y cómo ha conseguido llenar todo el Palacio de Deportes (aproximadamente 16.000 entradas)?

La frustración era increíble. Por lo menos me quedaba el “consuelo” de ir a las tiendas para comprar el nuevo disco “Black Ice” e irme a casa para ponerme la música a todo trapo. Pues voy a la Fnac y me dicen que la edición especial no lo tenían en venta en tienda, sólo por internet. ¿Sería posible que tampoco podría irme con el consuelo a casa (y me sigo refiriendo al disco, y no a una persona que de repente se llame Consuelo)? Así que me fui a otro Corte Inglés y… ¡lo conseguí! Allí sí que lo tenían. La dependienta nos decía que allí había habido gente haciendo cola desde las 6 de la tarde del día anterior. Y que sólo habían conseguido entrada 10 personas… Más incredulidad por mi parte.

Desde luego, todavía no me puedo explicar cómo el promotor del concierto solamente contrata un sitio tan reducido como el Palacio de Deportes. Esta gente tendría que ir a sitios como el Bernabeu o el Calderón y lo seguirían llenando con creces. Tampoco no me puedo explicar como el único sistema de venta es a través de internet y sin entradas de papel, porque la sensación de que te están “tangando” es constante.

Pues eso, me he quedado sin la ocasión de poder verles (a falta de que pudieran concretar una fecha adicional en Madrid, que lo dudo). Habrá que conseguir el DVD que saquen de la gira (si es que lo sacan).

Mientras tanto me consuelo con la escucha del nuevo disco (había mono de nuevas canciones) y con el hecho de haber conseguido dos días más tarde entrada para el concierto de Metallica en Madrid (algo que después de esto, parecía igual de imposible de conseguir).

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