jueves, 2 de octubre de 2008

Primeras vivencias

Resulta que doy tanto la "murga" con que voy a tener perrita, que si me voy a Valencia por ella, y ahora que la tengo, no cuento nada. Es la cosita más linda del mundo. Tiene tanto pellejito, el pelo tan suave, los ojos tan tristones, que dan ganas de comérsela (tranquilos, que hay suficiente comida en casa).

Estos días me he quedado en casa por las mañanas, porque tenía mucho trabajo atrasado. Así que he matado dos pájaros de un tiro. Estaba currando y por otro lado no dejaba a la perrita sola, que menudo cambio ha tenido de estar con su madre y hermano en un pueblo, a estar sola en Galapagar. Aunque mañana es la primera vez que se queda sola toda la mañana (algún día tenía que ser).

La verdad es que es muy buena, si no consideramos que es una meona campeona. La llevamos a la veterinaria el otro día y nos dijo que le parece que finalmente es mezcla de setter irlandes con pointer... Veamos, aclaremos el por qué de la narración de esta anécdota.

La madre de la cachorra es mezcla de setter inglés con setter irlandés. Pero nadie sabía de qué perro del pueblo se había quedado preñada (vamos, que la perra se fue de juerga y le pasó aquello de los que nos advierten a nosotros si no llevamos condón). Había varias opciones: desde otro setter que había (el propio hermano de la madre), hasta dogo alemán, pasando por pointer, etc. Cuando la perra parió, salieron los cachorros más variopintos que podía haber, haciéndonos temer lo peor. Que el padre era un monstruo de perro (un dogo llamado Zambombo [... es que con ese nombre, ¡cómo va a ser guapo!]) y que, por lo tanto, la cachorra nos iba a salir fea... Nosotros deseábamos que fuera como la madre. Setter, pelirroja y muy muy dócil y obediente. Pues el veterinario nos sacó de dudas, y nosotros la mar de contentos. Porque si es pointer, el padre es también muy noble, bueno y guapo... Claro, si es que así nos ha salido la perrita.

Pues el problema está ahora en conseguir que la perra entienda pronto donde tiene que hacer pis y caca, además de no ser perrita faldera, porque menudos dos primeros días nos montó cuando la dejábamos un ratito sola en una habitación (lloros, aullidos, golpes en la puerta cerrada, etc.).

Pero parece ser que poco a poco lo estamos consiguiendo. Llora cada vez menos cuando la dejamos sola, no la hacemos caso cuando llora a nuestro lado para llamar la atención (debe acostumbrarse a que jugará cuando nosotros queramos, etc.), suele hacer pis cada vez que la sacamos al jardín (nos ha fastidiado, si es que cada hora estamos llevándola al jardín para entrenarla en ello), etc. Desde luego, toda una experiencia esta de tener perra por primera vez en tu vida. Ahora, es impagable la sensación de alegría, ver cómo el perro te reconoce cuando entras en la habitación o apareces en el jardín y que venga corriendo, queriendo saludarte, jugar, etc.

Pero una cosa sí que no se le va a pasar por mucho que la entremos ahora. Mordernos. ¡Qué jodía la tía! Evidentemente está jugando, pero los "bocaos" que nos mete son de órdago. Desde luego, parece que quiere meterse el puño entero en la boca cada vez que nos agarra. Pero bendito sea que quiera jugar, que se encuentre a gusto con nosotros y que sea tan buena (todavía no ha destrozado absolutamente nada).

Para el que no se lo crea, aquí están las pruebas de todo lo que he contado. Por cierto, se llama Rotja (en honor a su madre, que es pelirroja, y a ella que ha salido oscurita). Esto quiere decir roja en valenciano.

2 comentarios:

damupi dijo...

es normal que muerdan, los bebes humanos tb se llevan todo a la boca. Lo que tienes que hacer es no retirar la mano, y dejarsela dentro

Rock your world dijo...

No, si daño no hace, pero es que cómo se la deje dentro, se mete mi brazo hasta el codo...
A este paso, me van a quedar unos muñones muy monos...