jueves, 11 de septiembre de 2008

Todo oídos

No me gusta Bisbal. Tampoco Chenoa, Bustamante o cualquiera de esos personajes que salieron de la factoría televisiva.

No condeno a aquellos que les guste, pero quiero dejar clara mi postura de antemano. No vaya a haber alguien que me diga a posteriori algo. No sé si tendrá que ver con mis raíces alemanas o que tengo una vena friki (aunque eso se supone que hablaría más a favor de gustarme un triunfito o triunfita).

El caso es que tengo unos gustos bastante claros, aunque siempre me guste probar y descubrir nuevas cosas (como en tantas otras cosas en esta vida, pero eso es otra historia). Mañana es un día importante dentro de la música. Metallica saca disco. ¡Menuda comparación se saca este tío de la manga! Pero mirad bien esa foto... ¿Qué da más miedo? Los rizos de antaño de Bisbal o las caras de perros rabiosos de los melenas estos.


Yo prefiero a estos. Sobre todo con lo que promete ser una vuelta a sus raíces. Se acabaron cosas lights (ver Load o ReLoad) o experimentos musicales (ver S&M). Toca oirles en su salsa. Sonido heavy, voces desgarradas de Hetfield, punteos electrizantes de Hammet, ritmos frenéticos de Ulrich o graves que calan en los huesos de Trujillo... La espera ha sido larguísima, pero promete mucho.

Visto que hoy me he puesto con música, pues voy a continuar con ella. El sábado me espera un concierto en la sala Sol de Madrid. Tiempo ha que este menda no va a ninguno. Creo recordar que el último fue de Garaje Jack en el antiguo Chesterfield Café con Rubén (¿qué fue de aquellos tiempos en los que ibamos los viernes buscando sitios para oir música?). Es verdad que fui yo, teniendo ya las entradas compradas, quien renunció ir a ver a Coldplay hace ahora 4 días en el Palacio de los Deportes. Pero es que el último disco (Viva la vida) me decepcionó mucho. Con las escuchas, algunos temas han ganado en sonido y ritmo, pero que no me comparen ese disco con el glorioso "A Rush of Blood to the Head". Creo que no se merecían 100 euros gastados por mi parte (2 entradas, ya que mi novia no se va a quedar en casa, mientras yo bailo por ahí). El caso es que por fin vuelve la emoción de ir a una sala, estar con gente que le gusta la misma música, esperar con cierto nerviosismo a que salga el artista, cantar y bailar con las canciones, etc. ¡Ahhhhhhh! Qué largo se va a hacer la espera hasta el sábado por la noche. Por cierto, voy a ver a Sam Roberts. Recomiendo mucho su último disco (Love at the End of the World).



Por desgracia no se puede ir todos los días a conciertos. Por lo que te tienes que conformar con escuchar discos en casa, en el coche, en el tren, en el metro, donde se pueda... Porque, que a mi no me nieguen que la vida sin música, no es vida. Todavía me quedo muy sorprendido con el efecto que tiene la música en mi estado de ánimo. Volvía hoy del trabajo en el tren (a Galapagar, por supuesto) y estaba molido. Pensé en ponerme algo tranquilo para relajarme e incluso quedarme dormido un rato (es que, Galapagar queda lejillos). Investigo en mi iPod en busca de algo que cumpla con ese requisito. Me cuesta decidirme. Pink Floyd puede ser una opción buena, pero la desecho tras 3 canciones. Busco algo distinto. Quizá más alegre y menos enigmático. Al final doy con un grupo que he escuchado poco, pero que cada vez que lo hago me dice algo sugerente. Old Crow Medicine Show. Esas harmonicas, mandolinas, banjos y guitarras típicas del bluegrass son capaces de despertarme del letargo al que iba encaminado y me dan nueva energía. Soy capaz de afrontar cualquier cosa con un espíritu renovado gracias al poder de la música.


Hablando de descubrir. Uno de los discos que más me han sorprendido en lo que llevamos de 2008 es Consolers of the Lonely de The Raconteurs. Para el que no lo conozca (que será la mayoría), es un grupo alternativo del cantante Jack White. Sí, sí... Ese que tiene una banda llamada The White Stripes. No puedo describir muy bien con palabras qué música hacen (no soy crítico, ni músico, únicamente un amante de música), pero sólo poder escuchar los primeros cuatro temas de su disco, ponen los pelos de punta. Algunos dicen que es un rock de antaño. No sé... Sólo sé que me parecen muy buenos y que lo recomiendo a todos los que lean esta entrada.



Toca poner fin por hoy a este repaso musical. Y qué mejor manera que hacerlo, hablando de mi grupo FAVORITO... Sí, sí... Así, con mayusculas. AC/DC. Todavía recuerdo la primera vez que me pusieron ese "Back In Black" o me dejaron "The Razor's Edge". Desde entonces (tendría yo 12 o 13 añitos... ¡qué polluelo!), no he podido resistirme a su música. Qué se puede decir con discos como Powerage, Highway to Hell, For Those About to Rock, etc. Prometen disco pronto. Al parecer incluso se atreven a comentar que será para finales de año. En su página web hacen concursos para que los fans participen y ganen la posibilidad de ver el rodaje de su nuevo videoclip. Lo único que sé, es que necesito mi "dosis" angusera como quien necesita el comer. Espero que todos los rumores sean mentira y el disco salga la semana que viene.

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